sábado, 13 de mayo de 2023

La Nakba


Traducción al español de un artículo de 

La Nakba:  todo lo que necesitas saber explicado en  mapas y gráficos


La expulsión forzosa de los palestinos de su tierra natal en 1948 ha creado la crisis de refugiados sin resolver más larga de la historia moderna.

El 15 de mayo de cada año, los palestinos conmemoran la Nakba, "catástrofe" en español, cuando unos 750.000 palestinos fueron expulsados a la fuerza de sus hogares por las milicias sionistas para dar paso a la creación de Israel en 1948.

Se trata de un acontecimiento que ha marcado la política de Israel y Palestina desde entonces, y que, según los palestinos, continúa en la actualidad en diferentes formas de guerra, ocupación, asedio, demolición de viviendas, confiscación de tierras y otras. 

 A continuación se desglosa la Nakba en gráficos.




Cuando Gran Bretaña decidió poner fin a su mandato sobre Palestina en 1947 y las Naciones Unidas no lograron imponer una administración alternativa, los sionistas comenzaron a atacar a los palestinos como parte de una campaña sistémica de expulsión forzosa.


Al final de la guerra, las fuerzas sionistas habían matado a 13.000 palestinos, destruido y despoblado unos 530 pueblos y ciudades, cometido al menos 30 masacres y expulsado a 750.000 personas.





Los expulsados en 1948 y sus descendientes suman hoy 5,8 millones de refugiados, que viven en su mayoría en países árabes vecinos. 

Israel nunca ha permitido a los refugiados palestinos regresar a su patria, por lo que su situación es la crisis de refugiados sin resolver más larga de la historia moderna.


Alrededor de 150.000 palestinos permanecieron dentro de las fronteras del recién formado Estado de Israel, muchos de ellos desplazados internos.










jueves, 11 de mayo de 2023

Me equivoqué sobre la moderación de Netanyahu

 


Traducción del artículo de Haaretz  
del autor y periodista israelí Gideon Levy 



Me equivoqué, me equivoqué, me equivoqué, pequé. Creí que Benjamin Netanyahu se ceñiría a la línea que le ha guiado a lo largo de los años -con una terrible excepción, la guerra de la Operación Margen Protector contra Gaza de 2014- y demostraría moderación ("¿Puedo hablar bien de Netanyahu?", 7 de mayo). 

La moderación momentánea del primer ministro se ha revelado ahora como una estratagema. El martes ordenó una criminal matanza selectiva, y el miércoles Israel incitó a una “guerra total”.

El responsable de esta terrible cadena de acontecimientos es el Primer Ministro. Si efectivamente entramos a otra guerra en Gaza, como presumiblemente pretende, será imposible perdonárselo. Todos sus años de relativa moderación en el uso de la fuerza palidecerían ante el actual belicismo, más inútil e ilegítimo que todos sus predecesores. En el invierno de su carrera Netanyahu decidió unirse a sus predecesores en el cargo y hablar el lenguaje de la guerra atacando Gaza.

La operación de asesinato del martes guarda un doloroso parecido con la que tuvo como objetivo a Salah Shehadeh en julio de 2002. Además del líder militar de Hamás en Gaza en aquel momento, murieron 14 personas, 11 de ellas niños. El martes murieron 10 no combatientes, entre ellos mujeres y niños que fueron asesinados mientras dormían.
La única diferencia es que en 2002 Israel y el mundo seguían condenando el asesinato de inocentes, mientras que en este último ataque del pasado martes Israel celebró en completa unidad, comenzando por el ministro de Seguridad Nacional Itamar Ben-Gvir siguiendo hasta la diputada del Partido Laborista Efrat Rayten, la tía santurrona de United for Israel's Soldiers. 

En 2002 había una pequeña duda sobre si los pilotos y sus comandantes sabían que estaban a punto de matar a civiles inocentes -los militares intentaron mentir en ese momento, afirmando que pensaban que los edificios de apartamentos que fueron bombardeados eran "edificios deshabitadas". En cambio en este ataque de hace unos días ya no había ninguna duda: Desde el Primer Ministro en adelante, los pilotos, los operadores de aviones no tripulados y sus comandantes sabían muy bien que estaban a punto de matar a seres humanos de forma indiscriminada - y aún así bombardearon. 
Netanyahu también lo sabía, por supuesto, y aun así dio la orden.

Las fotos de los niños muertos que se publicaron el miércoles, los hijos del médico y los de los comandantes de la Yihad Islámica palestina, prueban que se cometió un crimen de guerra atroz. No existe el niño cuya muerte mientras duerme merezca estos asesinatos, que además no llevan a ninguna parte y no sirven para nada mas que satisfacer la sed de venganza y fanfarronería de Israel.





Netanyahu decidió el martes ser Benny Gantz y Yair Lapid, Ehud Olmert y Ehud Barak. Bombardearía la maltrecha, asediada y empobrecida Gaza porque eso es lo que quiere Israel. A veces es difícil entender cómo un Estado puede persistir en llevar a cabo la misma política idiota y fracasada, una y otra vez, gobierno tras gobierno, sin aprender nada y sin olvidar nada. ¿Hubo una sola guerra en Gaza que hiciera algún bien a alguien, excepto a los señores de la guerra? ¿Hubo un solo bombardeo, una sola matanza selectiva que resolviera algo? Ahora la culpa es de Netanyahu, esta vez no hay nadie más. Podría haberlo evitado, como hizo antes, y sin embargo inició alegremente una guerra.

Cuando a principios de semana intenté hablar bien de Netanyahu, debido a la moderación que había mostrado por un momento, los mejores lectores de Haaretz se enfurecieron, por supuesto. Abundaron las respuestas tóxicas y los comentarios despreciables, pero también hubo una respuesta que me llegó al corazón, la de Yishai Sarid, autor cuya opinión valoro y tengo en la más alta estima. Me permitió publicarla: "Me dirijo a usted después de dudar, y con afecto e inmenso aprecio por la obra de su vida. También como hijo de Yossi. ... Ha llegado el momento de renunciar definitivamente a Netanyahu. Los elogios no concuerdan con los montones de cadáveres de esta mañana".

Correcto, Yishai. Tienes razón y yo cometí un error atroz y crítico, quizá imperdonable. Mientras escribo estas líneas el cielo empieza a tronar y las sirenas a ulular incluso en Tel Aviv. Gaza ha estado temblando durante tres días y tres noches, y parecía -a pesar de los informes de anoche sobre un inminente alto el fuego- que pronto a los niños muertos Hajar, Miar y Ali se unirían muchos otros niños. Su sangre, la sangre de los niños pequeños, para la que Satanás no ha ideado una retribución adecuada, estará en manos de Benjamin Netanyahu. Él y ningún otro.


viernes, 5 de mayo de 2023

Hacer florecer el desierto": Por qué Europa se aferra a la mentalidad colonial


Artículo traducido por PEAPI Ecuador

 Los comentarios de Ursula von der Leyen han vuelto a poner de manifiesto las estructuras de poder racializadas de Europa, que cuestionan la propia humanidad de los pueblos sometidos

President of the European Commission Ursula von der Leyen in Brussels, Belgium, on 30 March, 2023 (AFP)

Desde hace 75 años, los palestinos de todo el mundo conmemoran la Nakba (catástrofe), que hace referencia a la limpieza étnica y la destrucción de las comunidades palestinas en 1948 para dejar espacio a un Estado exclusivista para los colonos sionistas europeos. Los palestinos siguen sufriendo las consecuencias.

En esta ocasión, los judíos israelíes también celebran su independencia. Europa tiene un papel tanto directo como indirecto en la desposesión de los palestinos y la fundación de Israel, por lo que no es de extrañar que muchos funcionarios europeos se unan a la celebración de este proyecto colono-colonial.

En este contexto, la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, emitió el mes pasado un mensaje de vídeo en el que declaraba: 

"Hace setenta y cinco años se hizo realidad un sueño con el Día de la Independencia de Israel. Tras la mayor tragedia de la historia de la humanidad, el pueblo judío pudo por fin construir un hogar en la Tierra Prometida. "Hoy celebramos 75 años de vibrante democracia en el corazón de Oriente Próximo; 75 años de dinamismo, ingenio e innovaciones revolucionarias. Habéis hecho florecer literalmente el desierto". 


Su declaración estaba plagada de propaganda sionista y falsedades que han sido ampliamente desmentidas por muchos historiadores de renombre, incluidos historiadores israelíes. Es innecesario seguir discutiendo este aspecto aquí. El único punto preciso se refiere a lo que ella llamó "la mayor tragedia" -el Holocausto- sin nombrar a los autores.
Este horrible acontecimiento tuvo lugar en el corazón de Europa. Fue diseñado y llevado a cabo por actores europeos, alimentados por la marca racial que dividía a la humanidad en razas superiores e inferiores, inflamando el antisemitismo en toda Europa y obligando a millones de ciudadanos judíos a marcharse o ser exterminados.
La declaración de Von der Leyen se hace eco del típico discurso eurocolonial. La importancia de sus palabras no reside sólo en su contenido, sino también en la racionalidad colonial, el racismo y la imaginación ideológica que subyacen en ellas...


La "tierra prometida

Recordemos que los colonos europeos desde 1492 consideraban los territorios invadidos como la "tierra prometida", utilizando mitologías bíblicas para justificar el despojo colonial y la esclavitud. También ellos afirmaban haber hecho florecer la tierra arrebatada gracias a su superior ingenio, innovación y mano de obra.

Esta misma lógica euro-moderna y colonial permitió y legitimó la colonización de gran parte del mundo, al tiempo que esclavizaba y exterminaba a millones de personas en África y América.
Esta mentalidad también ha permitido el actual colonialismo de asentamientos y el sistema de apartheid que Israel sobre Palestina. Desde esta perspectiva, Europa e Israel tienen "valores compartidos", aunque sean valores raciales y coloniales.


En su declaración, von der Leyen mostró una total indiferencia hacia el sufrimiento de los palestinos y las violaciones de sus derechos humanos. Esta indiferencia hacia el pueblo palestino es una manifestación del "racismo antipalestino", que los palestinos sienten profundamente. 
Este desprecio tiene una función: deshumaniza a las personas y reduce su sufrimiento y sus intereses hasta hacerlos insignificantes. Sólo entonces Israel aparece como una democracia...
Esta actitud subyacente es coherente con las estructuras de poder racializadas que cuestionan la propia humanidad de los pueblos colonizados y subyugados. El racismo es, después de todo, una institución que categoriza a ciertos seres humanos como inferiores y los coloca en posiciones de subordinación para promover los intereses de razas más "dignas".


Israel parece ser una "democracia vibrante" sólo para quienes no ven a los palestinos como seres humanos con los mismos derechos y aspiraciones. Un Estado que consagra en la ley la exclusión y la subyugación sistemáticas del 50% de su población no es una democracia, sino un Estado de apartheid. Aunque este tipo de discriminación ha estado presente en Israel desde su fundación, se reforzó con la ley del Estado-nación de 2018.


Mitos sionistas


"Hacer florecer el desierto" ha sido durante mucho tiempo uno de los pilares de la narrativa-mito sionista. No importa el hecho de que Palestina haya estado históricamente entre las partes más fértiles de la región, con una vibrante vida cultural, económica y multiconfesional durante siglos, incluso milenios. Pero este mito no es exclusivo del sionismo; simplemente emula a otros colonizadores europeos que utilizaron una retórica similar para justificar la desposesión de los pueblos indígenas.


Sólo una mentalidad colonial pretende cultivar el desierto. El proyecto sionista de "hacer florecer el desierto" fue una empresa colonial y violenta contra la naturaleza y la población indígena. Este proyecto implicaba no sólo la desposesión de los palestinos de sus tierras, sino también el robo de sus recursos de agua dulce.

Durante décadas, Israel ha estado desviando agua de la cuenca del río Jordán hacia proyectos en el desierto de Naqab, intensificando la escasez de agua y la desertificación, lo que ha alterado drásticamente el ecosistema local. La verdad es que el supuesto “desierto floreciente” fue posible gracias al robo del agua de la población indígena, convirtiendo su tierra una vez fértil en un desierto.

Para los palestinos, como para otros pueblos indígenas, las tierras que los colonos europeos y sionistas percibían como páramos desiertos eran en realidad entornos ricos adecuados para formas de vida no coloniales, que se han practicado y perfeccionado durante generaciones. Esto es particularmente evidente en el caso de los beduinos palestinos que viven en Naqab, que han coexistido con el desierto durante generaciones, a pesar de las políticas israelíes en curso que tienen como objetivo obligarlos a abandonar su tierra.
imaginaciones racistas

Si bien puede ser tentador ver los tropos coloniales como reliquias arcaicas del pasado, en realidad, este discurso continúa dando forma a las relaciones coloniales y neocoloniales contemporáneas, así como a la imaginación de los políticos influyentes de la UE.

En octubre pasado, el colega de von der Leyen, el jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, también hizo afirmaciones coloniales. Dividió el mundo en el bien cuidado “jardín” de Europa y la “jungla” del “resto del mundo”.

El jarcín europeo de Josep Borrell  tiene sus cimientos en el saqueo de la selva.

Una vez más, lo que importa es la estructura de pensamiento subyacente. La imaginería del jardín/selva no es un mero lapsus sino un reflejo de siglos de discurso y prácticas que han deshumanizado a los no europeos.
Este patrón de imaginación geográfica sirvió como una conciencia funcional que los europeos coloniales usaron para justificar sus derechos morales y legales de conquistar, someter, esclavizar y apoderarse de las tierras de los pueblos no europeos. La tierra se consideraba “vacía”, parte del “estado de naturaleza”, la selva, o prometida por Dios.
Las declaraciones de Borrell mostraban un flagrante desprecio por la agencia de los pueblos no europeos. Al igual que von der Leyen, aparentemente pasó por alto el hecho de que el llamado jardín pacífico y civilizado de Europa se construyó sobre el discurso racial del “horror negro” durante el período de entreguerras, con el objetivo de explotar África. Tales momentos exponen la resistencia de las imaginaciones geográficas coloniales, ideológicas, religiosas y racistas, incluso entre los escalones más altos del aparato de formulación de políticas de la UE. Esto genera dudas sobre la sinceridad de su retórica que habla de la llamada solución de dos estados y los derechos humanos en Palestina y más allá. Para ser tomados en serio, la UE, y otros actores que afirman defender los derechos humanos y la justicia, deben confrontar y desmantelar las estructuras coloniales y raciales que permiten que persistan tales estructuras de pensamiento.





Unos excursionistas israelíes caminan por unas colinas cerca de donde el río Jordán desemboca en el Mar Muerto, cerca de la ciudad cisjordana ocupada de Jericó, en octubre de 2022 (AFP)




Las opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor y no reflejan necesariamente la política editorial de Middle East Eye.















































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